miércoles, 3 de junio de 2015

Científicos demuestran que la realidad no existe hasta que no la miramos


Un grupo de físicos de la Universidad Nacional Australiana ha puesto en práctica el experimento de elección diferida de John Wheeler, y ha demostrado que "la medición lo es todo". Dicho experimento implica un objeto en movimiento al que se da la opción de actuar como una partícula o una onda. A continuación, el experimento de Wheeler pregunta: ¿en qué momento el objeto toma la decisión?. Andrew Truscott, profesor asociado en la Escuela de Investigación de Física e Ingeniería de la UNA explica: "A nivel cuántico, la realidad no existe si no se la está mirando".

El sentido común sugiere que el objeto es, o bien similar a una onda, o bien a una partícula, independientemente de cómo se mide. No obstante, la física cuántica predice que si se observa un comportamiento similar a la onda o una partícula depende solamente de cómo se mide al final de su trayecto, y es precisamente lo que han demostrado los científicos australianos.

En primer lugar, el equipo de Truscott atrapó una colección de átomos de helio en estado de suspensión, conocido como el condensado de Bose-Einstein, y luego los expulsó hasta que quedó sólo un átomo. A continuación, el átomo se dejó pasar a través de un par de rayos láser que se propagaban en direcciones opuestas que formaron un patrón de rejilla que actuó como una encrucijada del mismo modo que una rejilla sólida dispersaría la luz.

Luego, de forma aleatoria, se añadió una segunda rejilla de luz para recombinar los caminos, lo cual llevó a una interferencia constructiva o destructiva, como si el átomo hubiera viajado por ambos caminos. Cuando la segunda rejilla de luz no se añadía, tampoco se observaba la interferencia, como si el átomo sólo hubiera escogido un camino.

No obstante, el número aleatorio que determinaba si se añadía o no la segunda rejilla solamente se generaba después de que el átomo hubiera pasado por la encrucijada. Si se opta por creer que el átomo realmente tomó un camino o caminos particulares, entonces uno tiene que aceptar que una medición futura está afectando el pasado del átomo. "Los átomos no viajaron de A a B. Fue solo cuando se midieron al final del viaje que existió el comportamiento ondulatorio o de partícula", precisa Truscott.

De este modo, los científicos han confirmado las predicciones de la física cuántica sobre la naturaleza de la realidad, al demostrar que ésta actualmente no existe hasta que no la medimos, al menos, en pequeña escala.

viernes, 1 de mayo de 2015

El origen del Universo y de la vida en la Tierra


A propósito del debate entre creacionismo y evolucionismo y la película Heredarás el Viento que muestra el juicio a que fue sometido un profesor de biología en EEUU el año 1925 por enseñar la teoría de Darwin, invito a ver este fragmento de la serie Cosmos -de Carl Sagan- sobre el origen "estelar" de la vida en la Tierra. La evolución e historia del hombre tiene cinco mil millones de años y nuestro cerebro anfibio, reptil y mamífero nos recuerda que somos polvo de estrellas, pero mucho más que el fabuloso recorrido del átomo de hidrógeno.

Un pálido punto azul

La imagen de la Tierra capturada por el Voyager I a 6 mil millones de kilómetros en 1990 permitió a Carl Sagan escribir, en 1994, dos años antes de su muerte, esta hermosa reflexión sobre nuestro planeta:
Desde este lejano punto de vista, la Tierra puede no parecer muy interesante. Pero para nosotros es diferente. Considera de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestra casa. Eso somos nosotros. Todas las personas que has amado, conocido, de las que alguna vez oíste hablar, todos los seres humanos que han existido, han vivido en él. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de ideologías, doctrinas económicas y religiones seguras de sí mismas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada niño esperanzado, cada inventor y explorador, cada profesor de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie ha vivido ahí —en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.
La Tierra es un escenario muy pequeño en la vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de una esquina de este píxel sobre los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos están de matarse los unos a los otros, cómo de fervientes son sus odios. Nuestras posturas, nuestra imaginada importancia, la ilusión de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo... Todo eso es desafiado por este punto de luz pálida. Nuestro planeta es un solitario grano en la gran y envolvente penumbra cósmica. En nuestra oscuridad —en toda esta vastedad—, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos.
La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, por el momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad, y formadora del carácter. Tal vez no hay mejor demostración de la locura de la soberbia humana que esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amable y compasivamente, y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar que siempre hemos conocido.

domingo, 19 de abril de 2015

La obsolescencia programada


La obsolescencia programada es uno de los eufemismos empleados en economía para ocultar numerosas prácticas nefastas que sólo persiguen el beneficio de unos pocos. Como señala Annie Leonard en La historia de las cosas, la obsolescencia programa “es la elaboración consciente de productos de consumo que se volverán obsoletos en el corto plazo por una falla programada o una deficiencia incorporada”. Este documental realizado por TVE nos muestra nuevas aristas y da cuenta de numerosos productos expresamente diseñados para que dejen de funcionar apenas se cumple la garantía.

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